21 de marzo de 2010

"URDIMBRES COTIDIANAS" - INTERVENCIONES EN EL ENTORNO

Observa, curiosa, mira todo lo que hacemos a tu alrededor. A partir del lunes 22 de marzo, empezarás a experimentar ciertos cambios en el recinto del IES. No será necesario que abras demasiado los ojos, porque serán las obras de los alumnos de 1º de Bachillerato de Artes las que te obligarán a ti a abrirlos de par en par. Así asistirás (sin pagar entrada, que conste) a un espectáculo artístico que se irá tejiendo en el ambiente.  Lleva cuidado de no enredarte o... mejor... enrédate (sin herir ni herirte) en esta peculiar exposición que sale para verte a ti. La  intervención está dirigida por la profesora de Volumen, Elena Sanchez Solís.
¡NO DEJEIS DE VERLA!


"A las tres y media Oliveira terminó de colocar los hilos. El 18 se había llevado las palabras, o por lo menos eso de mirarse uno a otro de cuando en cuando o alcanzarse un cigarrillo. Casi en la oscuridad, porque había envuelto la lámpara del escritorio con un pulóver verde que se iba chamuscando poco a poco, era raro hacerse la araña yendo de un lado al otro con los hilos, de la cama a la puerta, del lavatorio al ropero, tendiendo cada vez cinco o seis hilos y retrocediendo con mucho cuidado para no pisar los rulemanes. Al final iba a quedar acorralado entre la ventana, un lado del escritorio (colocado en la ochava de la pared, a la derecha) y la cama (pegada a la pared de la izquierda). Entre la puerta y la última línea se tendían sucesivamente los hilos anunciadores (del picaporte a la silla inclinada, del picaporte al cenicero del vermut Martini puesto en el borde del lavatorio, y del picaporte a un cajón del ropero, lleno de libros y papeles, sostenido apenas por el borde), las palanganas acuosas en forma de dos líneas defensivas irregulares, pero orientadas en general de la pared a la izquierda a la de la derecha, o sea desde el lavatorio al ropero la primera línea, y de los pies de la cama a las patas del escritorio la segunda línea. Quedaba apenas un metro libre entre la última serie de palanganas acuosas, sobre la cual se tendían múltiples hilos, y la pared donde se abría la ventana sobre el patio (dos pisos más abajo). Sentándose en el borde del escritorio, Oliveira encendió otro cigarrillo y se puso a mirar por la ventana; en un momento dado se sacó la camisa y la metió debajo del escritorio. Ahora ya no podía beber aunque sintiera sed." Rayuela, Julio Cortázar