16 de diciembre de 2010

Teatro 4º ESO

           
          Día 15 de noviembre de 2010. 8 ,25 de la mañana. Como todos los días los alumnos de 4º se dirigen hacia el instituto, aunque hoy será un día especial. Hoy la jornada no transcurrirá como de costumbre en el aula sino que durante las tres primeras horas los chicos se dedicarán a aprender cosas nuevas pero no delante del libro o en la pizarra. Hoy nos vamos al teatro.

            Ya en el autobús muchos de ellos nos dicen que es la primera o segunda vez que van a ver una obra de teatro, así que no saben muy bien lo que se van a encontrar. Llegamos a Cartagena y enseguida tras la gran exclamación de Yolanda de “¡Ruiz de Alda, adentro!” entramos todos en aquella sala donde ya se sentía un ambiente distinto al de fuera. Enigmático. No sabíamos quién iba a aparecer en el gran escenario que había delante de nosotros, cuando sin darnos cuenta nos vimos dentro de una habitación de hotel desde la que se podían ver tres lucecitas al fondo. A partir de este momento todos fuimos testigos de cómo el libro se levantó sobre sí mismo para hacerse “de verdad”, para existir, como por arte de magia; y es que de eso se trata el teatro, de arte y de magia. Los personajes habían sido rescatados del papel y una barita mágica nos trasladó al hotel de D. Rosario donde pasamos la noche entera.

            Casi sin darnos cuenta nos hicimos amigos de Dionisio, un tipo simpático   que iba a casarse al día siguiente,  aunque la noche nos deparaba muchas sorpresas que nos llevarían a nosotros y a Dionisio a descubrir un mundo cuanto menos revelador y sorprendente. Apareció la bella y dulce Paula que nos conmovió a todos con sus historias de espectáculo, de bailarinas, y de ir de puerto en puerto; fuimos a una fiesta llena de militares, soldados, madmoiselles francesas y  artistas cubanas que cantaron y bailaron  hasta el amanecer.  Dionisio cada vez más confundido acaba imaginándose  castillos de arena que nunca antes habían existido y que quería hacer con Paula… De repente casi sin querer se da cuenta a la vez que nosotros de que se ha enamorado de ella. ¡No! ¿Y ahora qué? ¿Se casará con Margarita o se irá con Paula a la playa? Preparado con su esmoquin de novio se percata de que los tres sombreros de copa se han estropeado, y Paula le coloca un sombrero de copa que ya no es serio ni gris, sino de colores y brillantes como la vida que acaba de descubrir.

            De pronto, igual que habían aparecido desaparecen Dionisio, Paula, Don Rosario,  las chicas… .Se vuelven a sus páginas inertes y todos nosotros casi despertamos y nos damos cuenta de que ya no volverán. Algunos de nuestros chicos preguntaban, pero… ¿Y la boda? ¿No la vamos a ver?  Y …  ¿Dónde van a vivir? ¿Tendrán hijos?

            Suponemos que cada uno hará de la historia lo que quiera, o incluso la olvidará pero durante esas dos horas nos fuimos de este mundo al suyo y en aquel instante existieron, rieron, lloraron, nos contaron sus secretos, y luego se fueron a dormir a sus páginas hasta que alguien de nuevo los mire y el arte y la magia hagan lo demás.

Ana Díaz Torrente
Departamento de Lengua y Literatura

No hay comentarios: